viernes, 6 de febrero de 2009

"A dos años del acontecimiento"

Es el primer domingo de febrero y las chicas han sido mojadas, asustadas y ante todo manoseadas. Los pandilleros de mi barrio han saqueado los mercados de los al rededores. La prensa informará sobre estos acontecimientos y la opinión pública se indignará hasta que sea lunes.

Es de noche, más o menos las 8 y media. Estoy conversando con Sergio y Giuliana en la avenida. Yo tengo ganas de comer una salchipapa, Sergio tiene ganas de que me vaya para hablar con Giuliana, porque le gusta y Giuliana tiene ganas de irse a su casa. Aburridos como somos y como estamos, les propongo inflar globos con agua y mojar los pocos micros que heroicamente transitan por la calle. Sergio me mira con indignación, como si nunca hubiera mojado carros. Giuliana se ríe, pero termina atracando. "Vamos a mi jato, ahí tengo globos... los inflo en mi baño y se los paso por la ventanita..." Como Giuliana estaba empilada, Sergio fingió que también estaba a gusto con mi idea. Yo, como si nada. Si ellos no querían, yo solo podía mojar a los carros. Soy autosuficiente.

Antes de entrar les dije que me esperaran, porque mi vieja a veces se atorrantea con eso de los carnavales. Tiene malos recuerdos. He llegado lleno de pintura, basura, ensangrentado y hasta en calzoncillos. Se quedaron sentados en mi puerta. Cuando cruzaba el comedor vi a mi mamá sentada conversando con una señorita. Mi mamá me quedo viendo pasamada y la señorita que tenía los ojos enormes como dos canicas, los plantó sobre mí como si yo fuese la persona más importante del mundo. No me quitaba la mirada y encima me regalaba una sonrisa indescriptible. Saludé como saludo a todo el mundo, sin ganas. Mi mamá presento a la señorita como "Flor, una amiga que viene de visita..." Cuando me aproximaba a darle el besito en la mejilla consabido, Flor me dijo algo un poco revelador: "Hola, eLio. Tenía muchas ganas de conocerte..." Sus palabras me hicieron sonreir, pero estaba confundido. Cuando levanté la mirada, pude notar el descote de su vestido, y esos senos redondos que no deseaban ocultarse. Tuve un pensamiento volador, algo perturbado y calenturiento. Sonreí tontamente por segunda vez y subi a mi cuarto a buscar los globos.

Mientras buscaba los globos no podía dejar de pensar en Flor y sobre todo, no podía dejar de pensar en sus senos. No pude disimular una erección fugaz que supe controlar. Por aquellos días Adriana era mi enamorada, y por primera y única vez le fui infiel, pensando en Flor. Me sentía imposibilitado, pero ganas de conocer un poco más a Flor no me faltaban. Pero siempre he sido un tipo lento para ese tipo de cosas, así que decidi no pensar en Flor y en sus senos, salir, mojar carros y luego llamar a Adriana (Cuánto te extraño. Cuánto te necesito. Adriana, adrianita, Adri... Si leyeras esto, sabrías lo mucho que te quise). Encontré los globos y bajé a inflarlos para mojar junto a Sergio y Giuliana. Me había olvidado de ellos. ¡Qué absorvido! Volvi a ver a Flor. Me sonrió de nuevo. Ahogué saliva. Esa mujer me gustaba. Entré al baño, inflé algunos globos y me despedi de mi mamá y de Flor. Cuando estaba por abrir la puerta de la calle mi mamá me detiene.

-Espera eLio, no te vayas. Quiero presentarte a tu media hermana.

Y tengo ganas de pararme frente a Sergio y Giuliana y que me arrojen todos los globos con agua del mundo.

1 comentarios:

Andrea Lazo Vargas dijo...

Jajajajaja a ti te ocurren unas cosas
que COSAS asi como las de flor jajajajaajajajajajajajajajajajaajajajajajajajaajajajajajajajaaja
lo siento no puedo dejar de reirme jajajaajajajajaaja
ya ahora si :)
knfdgdghfg osea osea tuviste una erección por tu media hermana jajajaja hay t pasas caracho jajajaajajajajaajajajaajajaa xD!