domingo, 30 de mayo de 2010

"La década final"

Vivo unos días calmados, lejos de muchas cosas, pensando en algunas personas, hablando por messenger con muy pocas y bajando música de Taringa; lo último que he bajado ha sido urban hymns de the verve, donde aparte de the better sweet symphony, hay dos temas geniales que no me canso de escuchar uno es Sonnet y el otro Lucky man. Hace nueve días cumplí veintiún años, y hace ocho estuve celebrando con los amigos más cercanos en la sala de mi casa, tomando y comiendo torta de chocolate. No está mal para celebrar un cumpleaños, aunque me da un poco de pena que no hayan estado varias personas que invité, dos amigas y dos amigos con los que trabajé en el parque de las leyendas. No sé porqué no vinieron, supongo que tenían algo mejor qué hacer, sospecho que se fueron a ver a aerosmith. No los culpo, ¿quién no quisiera ver a aerosmith? A mí me pueden ver cualqueir día. No vino un amigo de la banda, pero no lo culpo ni le guardo rencor, porque estaba en el hospital, porque su novia tenía unos cólicos estomacales que la habían atacado sorpresivamente. Tampoco vinieron algunos amigos del colegio; no los culpo, porque no los invité. Tampoco vino mi segunda enamorada, con quien tengo una foto besándonos que a veces pongo en mi display (por la que algunos me han felicitado sin saber que esa foto fue tomada hace 3 años, tiempo que la ilusión lleva de muerta). No la culpo, porque no sé precisamente si está viva o muerta. No vino mi tercera enamorada, no la culpo, le guardo gratitud porque me saludó por facebook. Sin embargo, vinieron los amigos de siempre, los que uno estima y no sabe qué decirles para expresar la felicidad de verlos juntos, saludándote, compartiendo y haciendo un brindis. Los amigos del grifo donde trabajé, un par de amigos de la promoción y los del barrio. Creo que si faltaron algunos, con los que se presentaron ya era algo privilegiado.

Pero mientras bajo toxicity de system of a down, y leo nuevamente el capitulo 7 de civil war de marvel (capitán américa: Yo era de tu bando. Creí en la resistencia cuando parecía todo perdido. Me decepcionaste, no te debiste entregar, loco. No esperaba eso), pienso en el año 2000, en los ocho años anteriores y los tres posteriores. Crecer en los 90 fue genial, porque fui educado televisivamente por el chavo del ocho, el príncipe del rap, tres por tres, Live man, power rangers (la primera versión) y JB haciendo de rambo y su crucigrama; porque la única película que vi en esa década fue Toy Story en un cine que ya no existe (¿nunca les ha pasado que cuando pasan por algún sitio que ya no es lo que fue les da por sonreir y decir: pucha, ya estoy viejo (a)?), porque aprendí a bailar con salserin y a dar la bendita vueltita, porque la inca kola era deliciosa, porque no había internet, y porque era un niño.
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Antes de dormir escucho RPP para estar enterado de la actualidad, porque me gusta saber cómo le va al mundo y a nuestro querido perú de la forma tradicional, si no alcanzo el noticiero de las diez, la radio es la solución. El locutor cuenta que Lori Berenson ha sido liberada y que los vecinos del edificio donde reside no le han dado una agradable bienvenida. Es comprensible la actitud de los miraflorinos, porque hay ocasiones en las que no se puede brindar la otra mejilla. Es cierto el MRTA no es Sendero y no fue responsable de Tarata, pero sigue generando el mismo sentimiento de atraso y terror. Era muy pequeño, sin embargo la embajada no fue lo único que destruyeron. Búsquen en google. Conozcan su historia. Hablando de terrorismo, hace 18 años, caminando con mi tío divisé un avión del que salían volantes anunciando la captura de un señor de anteojos oscuros y barba poblada. Años después supe que el señor se llamaba Abimael Gúzman, responsable de miles de muertes, marxista-leninista de línea maoísta. Desde su aparición, el comunismo como ideología se convirtió en un espectro de libros y sombras.
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Entre el 99 y 2000 comenzaron a importarme otras cosas como la música. Lo más importante que escuché fue californication de RHCP, chocolate starfish de limp bizkit, más tarde el iowa de slipknot, algún tema de nirvana, chop suey de SOAD y ya un poco más adelante el meteora de linkin park. Alguien me pasó rock nacional, lo primero que escuché fue desde el sótano de 6 voltios. De poco en poco le entré a las bandas caletas, al anakopunk, al destroy y hasta forme una banda que sobrevive en la actualidad. En el 2003 escuché por primera vez mi banda preferida: Los muertos de cristo, incluso llevo un tatuaje con las iniciales de la banda.

No fue para nada algo malo crecer en los 90, alguna vez he renegado y deseado por loco que suene, crecer en los 80. Fue diferente, no lo sé. Fue más doloroso, hubo una guerra, no había qué comer, es lo que me cuentan. No lo dudo. Tal vez tuve un poco más de suerte, así como los que crecieron en esa década pasada. De repente los recuerdos son mejores que el mismo paso de la vida.