lunes, 14 de abril de 2008

"La suerte en la vereda"

Andrea es la chica bajita, amiga de Cristian (mía creo que también) y antigua novia de beto el baterista de mi banda. La conocí en el concierto de halloween. Como era la enamorada de beto en ese momento evité todo tipo de acercamiento, para evitar malos entendidos y pleitos. Pasado el tiempo, más o menos 3 meses después, la volví a ver. Fue a mi casa con Cristian y con 2 amigas más. Me dijeron para tomar por las calles del barrio, yo atraqué y los acompañé. Al día siguiente, como me caía bien, decidí pedirle su correo electrónico a Cristian y hacerle el habla sin ningún tipo de restricciones. Al pasar los días, luego de que yo insistiera desmedidamente, ella aceptó salir conmigo. Nos encontramos afuera del canal 5 (le rogué que llegara, porque tengo cierto trauma. Una chica de Comas me ha plantado en incontables ocasiones y no quería que ella fuera una más en aquella lista de humillaciones al aire libre), yo fumaba con desesperación – no soy de salir con chicas- y ella comía canchita al lado de una amiga suya. Tuve que acercarme resignado, listo para ser criticado, con la mente nublada. En fin, ya estaba allí, que importaba lo que pasara o no, total, ya estaba acostumbrado.
Cuando la amiga de Andrea se marchó, todo seguía igual, yo seguía en las mismas. Con suerte pude sobrevivir esa noche, sin mucho que contar (un fracaso amoroso, ganas de no hacer mucho), sin mucho que preguntar. Todo el rato estuvimos sentados en un parque de Jesús María, sólo nos levantamos para ir a buscar una tienda. Cuando se hizo tarde, la acompañé a tomar su carro. Nos despedimos y en ese momento murió todo. Caminé porque es lo que se hacer mejor, renegando, maldiciendo mi “mala suerte”.
Al día siguiente, luego de burlarme sin reparos de mí mismo, de reprochar cada uno de mis actos, de asquearme por no ser el chico jovial, atractivo, “cool”, que suelen ser los chicos de mi edad y de esta ciudad fría, por un desliz confuso, conocí a Ana Lucía. Ella estaba por cumplir 14 años, pero no los demostraba, parece tener mi edad. Habla con calma, haciendo de lo mas difícil lo más sencillo. Conversamos de música, de televisión, de lo aburrida que deseamos que sean nuestras vidas por lo que nos reste en el camino, de que nos gustaría estudiar, de lo inútiles que seríamos para ciertas cosas, de cuantos hijos nos gustaría tener, y de más huevas. El catorce de febrero, 2 días después de aquella salida - fracaso con Andrea, salí con Ana Lucía y lo que no le pdue decir a Andrea (que en esos momentos era la chica que me gustaba) se lo dije a Ana Lucía, y hablé con ella como no hablaba desde hace mucho, confiado sin miedo.
Pasaron y pasaron los días y con Ana Lucía comenzamos a tener cierto trato “inadecuado”. Sin formalizar, éramos enamorados, sin decirlo nos queríamos. Y así, así hasta que nos dejamos de ver. Sólo en ocasiones, y muy contadas.
Han pasado 16 horas desde la última vez que vi a Ana Lucía y varias semanas desde que vi a Andrea, pero sin importar el orden cronológico puedo decir que la primera me dio el mejor verano de todos y la segunda, me dejó la suerte en la vereda de un parque.



Canción de fondo: "Vaticinios del Interludio" (Daniel F)