viernes, 10 de julio de 2009

"Yo soy de norte"


Esa noche los teléfonos públicos no funcionaban. Parecía un extraño conjuro del destino. Yo tenía que llamar a banderanegra, para ver lo de las entradas para el clásico del domingo. Al rato consegui llamarlo desde una tienda, y le dije que bajara al toque a mi casa con el dinero de su entrada para ir a metro de alfonso ugarte y aprovechar el 2x1. Me dijo que no tardaba, y mientras lo esperaba, me puse a vagar por las calles del barrio. Bajo el frío lento de la noche rimense.


Media hora después, por mi ventana, vi llegar a banderanegra con su paso discreto y decidido. Con ese mismo paso con el que lo he visto siempre, sobre todo esa noche en que se fue con sus patas del extremo a buscar "tiza" para al gentita y hacerla linda rompiendo ñata. Pero esa noche no buscabamos drogas. Esa noche buscabamos las entradas para norte. Yo para ver a la U ganar. El porque es hincha de la tribuna popular.


Fue triste saber de los labios de aquella amable señorita de teleticket que se habían acabado las entradas para norte. La muy pendeja nos dijo que sólo tenía sur con una enorme sonrisa. Estábamos perdidos. Llamamos a kaly, quien se alucina batutero sólo porque en su casa está guardada la bandera que pintamos y que llevaremos el domingo para colgarla en las rejas, y no contestó. Llamamos a mostro david y tampoco pudimos hablar con él. No supimos que más hacer y cuando emprendíamos la retirada, a banderanegra se le prendió el foco. "Vamos a lolo, entonces..." Yo sin esperanza alguna de conseguir entradas para norte terminé aceptando. En teleticket, el anuncio del clásico decía que en "lolo" se vendían únicamente las entradas para Oriente. Esa tribuna llena de tradición y sano esparcimiento, en donde se pueden sentar un peruano y un chileno, un crema y un cagón y debatir sobre el partido. La tribuna más aburrida. Donde uno se ubica para ver el partido, más no para vivirlo. Caminamos como 6 o 7 cuadras, internándonos en la movida Breña, siguiendo el consejo de cada transeúnte que interrogábamos sobre la ubicación de ese mítico estadio, donde el domingo se reunirá la crema pura de la Trinchera para ir al monumental en camión. Finalmente chapamos un taxi que nos llevó por 4 mangos. Estábamos cerca, pero no llegábamos, pues la calle que nos llevaba directo a "lolo" era un callejón oscuro, en cuyas cuadras se mezclaban el barrio, el costumbrismo, las nuevas generaciones y sobre todo un terrible olor a muerte segura. Pirañas como mierda.


El taxi dio unas cuánats vueltas y nos dijo que iba a dejarnos en la entrada de "jorge chávez". Supuse que así se llamaba la calle. Nos dejo frente a un portón rojo. Y nos miró por el retrovisor con aire condescendiente. Su mirada más allá de todo tenía algo de compasiva y salvavidas, somo si dijera si me dan un par de lucas los saco de este sitio del carajo donde están poniendo en peligro sus tristes culos.


Ni bien bajamos banderanegra tocó el portón sin obtener respuesta. Insistió una segunda vez y alguien corrió un cerrojo. A la tercera se abrió una ventanita, y una voz cuyo origen no alcancé a distinguir nos preguntó que queríamos. "Entradas para norte, papi...", "No hay, aquí sólo hay oriente, mañana a partir de las nueve..." Banderanegra seguía pulseando y 2 tipos se aparecieron por un extremo del estadio y cuando llegaron a la puerta, pidieron entradas para norte, igual que nosotros. "No hay..." repitió la voz. Yo leía unos anuncios sobre las escuelas de fútbol que ofrece el estadio y las clases para arquero, que enseña un viejo mundialista, cuyo nieto es un pastrulo y cabecilla de una pandila que está cerca a mi barrio, quienes se hacen llamara los charlies. Pensando en todo eso, escuché que la ventanita de metal se cerró y el cerrojo que debe haber sido grande se corrió nuevamente ens entido contrario. Uno de los tipos convencía al otro para ir a oriente y ver tranquilos el partido. Trató de hacer participe de esa idea a banderanegra, quien se negó al toque. A oriente nunca. La cosa es ir a norte. "Donde está la candela..." dijo uno de los tipos. La cosa es vivir el partido. Si tienes que quemarte, caballero nomás. Así funciona la tribuna popular. Te empujan o te pegan si no cantas, te horneas con la gente en el corazón de la trinchera, cuando entra el bombo nadie te pide permiso, no dejas de saltar ni de cantar. Es algo que escapa a toda razón. No sabría decir si es fanatismo, locura o pasión. Yo he dejado hasta mi sangre y no estoy loco.


Nos quitamos para el centro. Pensando en buscar reventa en el mismo monumental. Me despedi de "lolo" pensando en como estará norte el domingo, por todo el roche de las banderolas que seguro los soplones colgarán en sur. Y de repente vi que en lo alto de la pared de "lolo" flameaba una bandera con una enorme U roja, esa era la señal de que el domingo estaremos con la trinchera saltando, dejándolo todito. Porque como dice la canción "yo soy de norte..."