viernes, 14 de noviembre de 2008

"En la mañana se quiere mejor"

Es posible ke las kosas sean mas fáciles detrás de un computador. Tal vez pueden decirse muchas kosas sin miedo, y se pueden disimular innumerables fallas y temores. Es posible ke fingir ser mejores personas y okultar nuestras miserias, resulte mas rentable utilizando un texto frío, pensado y kalkulado kon exaktitud, palabra a palabra, letra a letra.

Solía utilizar un personaje llamado "Facundo" para cubrir así mi identidad y kontar de una forma distorsionada mis enredos amorosos. No llegaba a alejarme de la realidad para nada, pero sí la alteraba en cierto modo. Pero decidí ke "Facundo" ´tenía ke desaparecer kuando "Adriana", su enamorada, la chika a la ke más ha kerido se fue kon un tipo mejor o peor, según la participación de este sujeto en la atolondrada vida de "Facundo". Y decidí hasta matarlo.

Ha pasado komo un año desde la última aparición de "Facundo" (nunka en mi blog, siempre en papeles ke arrojé a la basura), a kien llegué a konsiderar mi alter ego. No me había enamorado de nuevo, mi vida transkurría kon mediokridad, así ke no tenía razón para ke volviera a formar parte de mis líneas más atormentadas, pero sucede ke konocí a una chika kon manos pekeñas, diskreta y ke adoro sin reservas a kien se le konoce en el mundo de "Facundo" komo "Camila".

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Camila es pequeña, y su voz es graciosísima, y Facundo la adora. Estar kon ella es algo ke Facundo veía tan lejano como las nubes que miran sentados en el parque, su parque. Cuando sucedió, él no lo podía creer. Debe ser uno de los sucesos más increíbles de su in - creíble vida. La mira y siente que está vivo de milagro, que su autor es un ser insensible, un infelíz que de seguro no tiene a nadie a quien querer como él tiene a Camila (Pero eso es falso porque yo tengo a Andrea), y que de seguro por eso quiso matarlo hace meses, mientras escribía de noche y odiaba a su antigua novia en silencio.

Está en la combi rumbo al trabajo, los pasajeros que viajan con él son imperceptibles, como suelen ser los pasajeros del transporte público. El chofer es gordo y usa anteojos, y el cobrador parece salido de un libro de Ribeyro. Su aspecto a borrachin, su cara demacrada, su voz caricaturezca y su postura rufianesca lo atrapan. Facundo le envía un mensaje de texto a Camila, diciéndole: "Amor, despierta". Se siente felíz. Faltan como 2 meses para que lo boten del trabajo, ha hecho un presupuesto bastante sencillo para comprar unos cuantos libros a fin de mes y tiene a Camila. Es felíz. Y también es felíz cuando el cobrador dice: "Todito Javier Prado, todito..." o cuando al subir un pasajero le dice: "Sea breve, por favor..." Todo transcurre sin contratiempos. Facundo vuelve a mandarle un mensaje de texto a Camila: "Te veré en unas horas..." Hasta que el cobrador que tan felíz ha hecho sentir a Facundo, se acerca meciendo las monedas y repartiendo boletos, y Facundo al meter la mano a los bolsillos no ha encontrado dinero, y rebuscando en su mochila no ha encontrado su billetera, lo cual hace que se le afloje el estómago y ya no se sienta tan felíz. Mira al cobrador, sonríe y piensa: "Camila, amorcito, me iré hasta el fin del paseo porque me quedé sin pasaje, pero sea como sea, hoy te veré a las 5 en el 5..."

Y el carro sigue avanzando por todito Javier Prado, todito...

1 comentarios:

Andrea Lazo Vargas dijo...

Es algo que siempre admitire escribes muy bonito y siempre estare agradecida por como eres conmigo u_u!