viernes, 28 de noviembre de 2008

"Lagrimal roto"

Antes era: www.fotolog.com/lagrimalroto. Por medio de esta página me enteré de muchas cosas un tanto dolorosas, entre otras de que ya no formaba parte de ella. Creo que dicha página ya no existe. La dueña de este fotolog es la mujer que más he querido, la única mujer a la que he amado. Seguimos siendo amigos, pero estamos distanciados; cada uno conserva el recuerdo del otro en la lejanía.

Adriana. Eramos un poco más jóvenes cuando nos conocimos. Me abandoné completamente por ella. No comprendía que nadie está por encima de uno, así nos parezca la persona más importante. Nos queríamos, nos amábamos, nos deseábamos. Quizá ese fue el problema: nos deseábamos con intensidad. El amor se convirtió en deseo y el deseo en una obseción incontrolable. Nos agitábamos con frenesí en mi cuarto, en un hostal o en la biblioteca de su casa. Nos hacíamos daño. Conocimos lo más bello y a la vez lo más perverso. La amé tanto... Cuando sueño con ella, me parece que la sigo amando. La extraño.

Claudia.Ya no es mi amiga. Pero la recuerdo con afecto. Nadie me ha plantado con tanto descaro. Nadie ha personificado mejor las desilusiones en mi vida. La he visto en algunos conciertos, ella también me ha visto, sin embargo, preferimos no saludarnos. Ella no me extraña y yo tampoco la extraño. Es el recuerdo bonito de una amistad bonita que se quedó en el olvido. Suerte, Claudia.

Lily. Es un poco rara mi relación con ella. La conocí cuando ya Adriana se había ido con su "amado J" y pensé que ella era la mujer de la que debía enamorarme. No tiene complicaciones, le encanta la salsa, no le interesa leer las cosas que escribo y su sonrisa es lo más cercano al cielo que conozco. Debí besarla aquella noche en la esquina de colmena cuando la recogí de su trabajo (el KFC de la plaza San Martín), pero no lo hice. Ahora está enamorada de otra persona, y eso me hace felíz, nunca la felicidad de nadie me ha hecho felíz a mí, bueno ahora Sergio también es felíz y yo por consecuencia también lo soy pero esa es otra historia. Nos queremos en silencio, porque hay cosas que son preferibles no decir. A veces digo que ella es mi mejor amiga, a veces. A veces pienso que es mi única amiga.


Neco. Jamás tuve una amiguita tan jóven. Eso es tierno, o me parece tierno. Siento que nos parecemos, pero no del todo: Los dos nos enamoramos con facilidad, ella porque es muy jóven y yo porque me siento solo. Los dos leemos mucho, ella libros de autoayuda y yo novelas inútiles y mediocres. Cuando me llega la fantasía, pienso que esta niña de 15 años sería el complemento perfecto para mis manías y rarezas (pero sólo es una fantasía, no me mal interpreten).

Ana. Mi chica preferida. ¿Cuántas veces nos habremos insultado en el trabajo? Yo recuerdo unas 10 ocasiones. Insultos de esos que salen desde lo más profundo y desconocido. Pero así nos empezamos a querer. ¿Un poco raro? Me he acostumbrado a que así sean las amistades que considero más sólidas y estables. Ella ennumera cada una de las mierdas que me rodean y yo también le recuerdo las suyas. Una noche antes de navidad, cuando ya me había hecho el tatuaje comimos pizza en la trastienda del market. A principios de enero cambió de trabajo y la dejé de ver. Nunca me gusto más de lo normal (francamente ya no sé que es normal), y felízmente no me hice ilusiones con ella jamás. Debe ser por eso que la extraño tanto.

Tendría que hablar de una chica más, pero no lo haré.

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